GUERRA MUNDIAL Z


Me recomendó este libro un amiguete, que usó como inspiración, me dijo, para escribir una recreación acerca de la visita en los 80 de Michael Jackson a Mérida. Su historia fue publicada en la revista municipal de Ferias y supuso en Merida una repercusión a pequeña escala de lo sucedido con la Guerra de los mundos de Orson Welles en Estados Unidos. Todo el mundo lo creyó y mas de uno aseguraba haber visto por aquella época a Michael Jackson haciendo el Moonwalk por la Calle Santa Eulalia, para mayor veracidad se apoyo en las declaraciones de varios personajes reales de la ciudad, (entre ellos el que suscribe) que tuvieron el dudoso honor de corroborar mediante vivencias y anécdotas personales el paso de la mas grande estrella de la música por una pequeña ciudad de Extremadura. Y es asi, en forma de declaraciones de muchos personajes, la manera en que esta escrita esta historia, la de la Guerra Mundial Zombie, en la que la conocida como humanidad esta a punto de desaparecer a manos de una extraña enfermedad que convierte a los humanos en zombis empeñados en ampliar su legión de seguidores. Los primeros testimonios se dedican a la aparición de los primeros 'infectados', luego sigue con la expansión de la epidemia, situación en todo el planeta fuera de control, reorganización social y contraofensiva. El autor, Max Brooks hijo del actor y director Mel Brooks (El Jovencito Frankenstein, SuperAgente 86), y de la grandísima Anne Bancroft (la bicha que pervertía a Dustin Hoffman en el Graduado) ha sido guionista del clásico programa de humor americano Saturday Night Live y hace que desde el inicio la lectura sea muy divertida, tendente a la carcajada. Sobre todo con las descripciones de las primeras tácticas usadas para combatir a los zombis, o de como algunos humanos se identifican con la causa de los muertos vivientes e ingresan (mas bien lo intentan) en sus filas.
..
Utilizabamos por la noche reflectores en los vehículos, unos focos potentes y cubiertos de rojo para que no estropeasen la visión nocturna. Lo único que resultaba espeluznante cuando luchabas de noche, aparte de que las luces fuesen rojas, era el brillo que emitía la bala cuando se introducía en la cabeza. Por eso las llamabamos cerezas, porque, si el compuesto químico de la bala no se había mezclado bien, ardía tanto que les iluminaba los ojos de rojo. Era una cura segura para el estreñimiento, sobre todo más adelante, las noches que te tocaba guardia, cuando uno se te acercaba en la oscuridad.
..
Para el año que viene estará en los cines la película que se me ocurre puede tener alguna semejanza con la forma en que Woody Allen contó Zelig, una especie de falso documental que entre testimonio y testimonio desarrolle las escenas mas hilarantes del libro. En fin, por 9 euros que es el precio de la edicion de bolsillo estaras sobradamente preparado para el dia en que vengan a por ti tus seres mas queridos gimiendo y con la fraternal intencion de devorar tus entrañas, ademas de poder decir con conocimiento de causa la famosa frase de "el libro es mucho mejor" cuando veamos la pelicula y esta sea una basura.