Este es sin duda uno de mis libros favoritos, de esos que te gusta leer una y otra vez, abrirlo por cualquier lado (¿cuantos lados tiene un libro?) y disfrutar con sus ágiles y divertidísimos diálogos. En resumen se trata de una historia de perdedores, empezando por el protagonista Sully que es un obrero viejo y medio invalido, su mejor amigo y ayudante es un hombre fuerte pero con digamos, un coeficiente intelectual por debajo de la media, al que su mujer pega, también esta un promotor aficionado al juego y a pegarle enfermedades venéreas a su mujer, una belleza con inteligencia que no encaja en el pueblo pero no es capaz de cambiar su destino, hasta los perros que aparecen en la historia tienen problemas de autoestima, y aun tratándose de fieros doberman se comportan como unos verdaderos cobardes.
"Tienes un aspecto especialemente bueno esta mañana - observo Otiis Wilson, refiriendose, sin duda, a la costra de barro que cubría a Sully.
Otis afirmaba todos los veranos que el próximo invierno se iría a Florida. Sully giró en redondo para ver que todos los hombre pudieran verle.
- Alguien tiene que trabajar en este país -dijo-. si no fuera por tipos como yo, los tipos como vosotros tendriais que ensuciaros las manos de vez en cuando.
- Estábamos pensado en darte las gracias - dijo Otis.
- He oido que un caimán ha vuelto a llevarse a un tío - dijo Sully.
Otis era particularmente susceptible a las historias de caimanes, y Sully, como parte de una broma permanente, llevaba años advirtiéndole de que no se fuera a un lugar salvaje como Florida sin un guia duro y experto, alguien que no tuviera miedo de luchar con los caimanes. alguien como Sully. Con gran placer por parte de Sully, al oír la mención a los caimanes la cara de Otis palideció.
- Yo, en tu lugar, me compraría un piso en la segunda planta, a los caimanes no les gustan las escaleras.
- Aléjate de mí - le dijo Otis cuando Sully juntó los codos para representar las mandíbulas de un caimán. - !Lárgate ya¡ - Otis paró nerviosamente los golpes que le lanzaba Sully-. Ve a hacer tu maldita apuesta triple y deja en paz a las personas inteligentes. ... - Yo soy lo bastante inteligente para no mudarme a un sitio donde me pueda comer un caimán - dijo Sully.
- Vete a postar la triple del idiota. -dijo Otis.
- De acuerdo ... si gana mi triple le compraré a tu mujer una cámara de video para que os la lleveis a Florida. Así podrá grabarlo, pasaremos la cinta en el bar y cobraremos entrada por ver a Otis siendo arrastrado al pantano."
Esta ambientada en un pueblito y el mismo pueblo funciona como un personaje y también esta venido a menos, casi destinado a desaparecer por su exclusión del trazado de la autopista y la perdida competencia con el pueblo de al lado que se ha quedado con un gran proyecto residencial y de ocio. Pero todos muestran un orgullo ancestral que se muestra muy por encima de su destino, que es la marca inconfundible de los grandes perdedores, a los que tanto admiro, igual que al autor de esta novela, al que estoy profundamente agradecido por haber escrito esta maravillosa historia.
"Tienes un aspecto especialemente bueno esta mañana - observo Otiis Wilson, refiriendose, sin duda, a la costra de barro que cubría a Sully.
Otis afirmaba todos los veranos que el próximo invierno se iría a Florida. Sully giró en redondo para ver que todos los hombre pudieran verle.
- Alguien tiene que trabajar en este país -dijo-. si no fuera por tipos como yo, los tipos como vosotros tendriais que ensuciaros las manos de vez en cuando.
- Estábamos pensado en darte las gracias - dijo Otis.
- He oido que un caimán ha vuelto a llevarse a un tío - dijo Sully.
Otis era particularmente susceptible a las historias de caimanes, y Sully, como parte de una broma permanente, llevaba años advirtiéndole de que no se fuera a un lugar salvaje como Florida sin un guia duro y experto, alguien que no tuviera miedo de luchar con los caimanes. alguien como Sully. Con gran placer por parte de Sully, al oír la mención a los caimanes la cara de Otis palideció.
- Yo, en tu lugar, me compraría un piso en la segunda planta, a los caimanes no les gustan las escaleras.
- Aléjate de mí - le dijo Otis cuando Sully juntó los codos para representar las mandíbulas de un caimán. - !Lárgate ya¡ - Otis paró nerviosamente los golpes que le lanzaba Sully-. Ve a hacer tu maldita apuesta triple y deja en paz a las personas inteligentes. ... - Yo soy lo bastante inteligente para no mudarme a un sitio donde me pueda comer un caimán - dijo Sully.
- Vete a postar la triple del idiota. -dijo Otis.
- De acuerdo ... si gana mi triple le compraré a tu mujer una cámara de video para que os la lleveis a Florida. Así podrá grabarlo, pasaremos la cinta en el bar y cobraremos entrada por ver a Otis siendo arrastrado al pantano."
Esta ambientada en un pueblito y el mismo pueblo funciona como un personaje y también esta venido a menos, casi destinado a desaparecer por su exclusión del trazado de la autopista y la perdida competencia con el pueblo de al lado que se ha quedado con un gran proyecto residencial y de ocio. Pero todos muestran un orgullo ancestral que se muestra muy por encima de su destino, que es la marca inconfundible de los grandes perdedores, a los que tanto admiro, igual que al autor de esta novela, al que estoy profundamente agradecido por haber escrito esta maravillosa historia.
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