GERMINAL - Emile Zola


Francia mediados del XIX, los patrones de las fabricas y las minas explotan a una legion de trabajadores, que sobreviven solo para trabajar y enfermar, literatura arrojadiza que trasciende el mero ámbito de la narración y se empapa del contexto histórico de la sociedad del siglo XIX y la minera en francia, profundizando sobre todo en la situación politico-sindical, muy interesante la comparación con la situación actual desde el punto de vista de la movilización social, y de como han ido avanzando estos movimientos, en los que francia siempre ha ido abriendo camino, aunque sea a base de cortar cabezas, eso si muy bien peinadas. Emile Zola lo enfoca desde una narración muy explicita en la que no ahorra dramatismo y violencia, y donde los personajes, carentes de albedrio, pasan a ser individuos totalmente dependientes del entorno social, esto es naturalismo en su estado puro que creó corriente literaria y seguro que fue importante influencia para Truman Capote y su 'A Sangre Fria'. Leyendo la biografia de Emile Zola se reafirma como en el libro un escritor con fuertes ideas políticas, muy comprometido con la denuncia social, y con un estilo demasiado explicito,  quizás por ello y algunas otras cosas fue exiliado y muy posiblemente asesinado.
Me gustó especialmente el final que queda a los trabajadores totalmente derrotados y vejados, y mientras uno de ellos se marcha de aquel mundo destino a la ciudad reflexiona, lo que es totalmente un alegato premonitorio de futuras revoluciones, y da sentido al título del libro mediante un hermoso simil de la lucha de los mineros con las semillas que un dia han de germinar:

"En su cabeza bullian toda clase de ideas. Pero tuvo una sensación de aire libre, de cielo abierto, y respiró largo rato. Era delicioso vivir, el viejo mundo quería vivir una primavera más. 
Pensaba en él, se sentía fuerte, madurado por su dura experiencia en el fondo de la mina. Su educación había terminado, salía de ella armado, como soldado pensante de la revolución que ha declarado la guerra a la sociedad, tal como la veía y tal como la condenaba. ... 
Y bajo sus pies seguían los golpes profundos, los golpes obstinados de los picos. Todos los compañeros estaban allí, los oía seguirle a cada zancada....Ahora en pleno cielo, el sol de abril irradiaba en toda su gloria, calentando la tierra que daba a luz. Del costado nutricio surgía la vida, las yemas reventaban en hojas verdes, los campos se estremecían con el brotar de las hierbas. Por todas partes se hinchaban las semillas, agrietaban la llanuras impulsadas por una necesidad de calor y luz, así los hombres empujaban un ejercito negro que germinaba lentamente en los surcos, creciendo para las cosechas del siglo futuro, cuya germinación pronto haría estallar la tierra "

Leí este libro tumbado en la playa, disfrutando de mis vacaciones pagadas, quizás gracias en parte a estos trabajadores que pelearon y murieron por el ideal de un mundo mas justo. En realidad este mundo no esta demasiado lejano en el tiempo y no es descartable que, en no mucho tiempo, tengamos que bajar de nuevo a la mina.

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