La Conjura de los Necios - JK Toole


Creo recordar que las otras dos lecturas que hice de este libro una hace mucho tiempo y otra hace mucho mas tiempo me resultaron mas divertidas, aunque seguramente de eso tengo yo la culpa. De hecho creo que me resulta algo menos gracioso porque Ignatius ya no me resulta tanto un personajillo ridiculo como una persona bastante sensata, con la que a veces llego a identificarme, ya que en ocasiones a mi tambien se me contrae la válvula pilórica al encontrarme en determinadas situaciones de tipo social, tales como relacionarme con el resto del mundo. Hablando con su madre que le sugiere consultar a un especialista:
 "¿Crees que estoy loco? ¿Crees que algún psiquiatra estúpido debería sondear el funcionamiento de mi psique? - Intentarían convertirme en un subnormal enamorado de la televisión y de los coches nuevos y de los alimentos congelados. ¿Y tu crees que yo tengo algún problema? Los manicomios de este país están llenos de almas cándidas que sencillamente no pueden soportar el celofan, el plástico y la televisión.
- Ignatius, eso no es verdad. ¿No te acuerdas del señor Becnel?, le encerraron porque salió a la calle desnudo.
- Pues claro que salió a la calle desnudo. Que iba a hacer. Su piel no soportaba la ropa de nylon que le bloqueaba los poros. Yo siempre he considerado al señor Becnel uno de los mártires de nuestro siglo."


Y es que Ignatius J. Reilly es un ser, por decirlo de alguna manera, con pocas habilidades sociales, pero con una gran autoestima y confianza en sus principios, cualesquiera que sean. El personaje está inspirado en la cita de Jonathan Switf que da título al libro: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él". Aunque lo cierto es que él coopera para que se conjuren, ya sea encabezando una revolución en una ruinosa fábrica de pantalones o al frente de un puesto de perritos calientes, y así todos los personajes orbitan, obedeciendo las leyes de la física, alrededor de su increible masa y son atraidos por su magnética personalidad. Esta es su manera de hacer amigos, en esta ocasión abordando a un grupo de señoras y a sus pinturas:
" - ¡Oh, Dios! - ¿Como se atreven a presentar estos abortos al público?
- Siga su camino, señor, tenga la bondad - dijo una señora audaz.
- Las magnolias no son así - dijo Ignatius, dando una estocada con el sable a una ofensiva magnolia al pastel -. Ustedes, señoras, necesitan un curso de botánica, y puede que también de geometría.
- Usted no tiene porqué mirar nuestras obras - dijo una voz irritada del grupo, la voz de la dama que había dibujado la magnolia en cuestión.
- ¡ Por supuesto que sí!  - gritó Ignatius-. Ustedes, señoras, necesitan un crítco con cierto gusto y con cierta decencia. ¡ Dios santo! ¿Quién de ustedes hizo esta camelia? Díganme. El agua de ese cuenco parece aceite de automovil.
- Ustedes, señoras, harían mejor dando tés y meriendas y dedicándose a aprender a dibujar - atronó Ignatius -. En primer lugar, tienen que aprender a manejar el pincel. Yo propondría que se reuniesen todas y pintasen una casa para empezar.
- Váyase usted.
- Si les hubieran encargado a 'artistas' como ustedes la decoración de la Capilla Sixtina, habría acabado pareciendo una estación de tren de lo más vulgar - masculló Ignatius."

Y aunque muchos ven esta novela como una crítica de la sociedad de la época, yo más bien la entiendo como la novela de un visionario ya que Ignatius es el primer friki, un tipo que han de sacarlo a rastras de su casa, que se pasa el día escribiendo articulos absurdos y se comunica con sus pocos amigos a distancia, este es un retrato al natural de los actuales usuarios de internet con blog propio y activos usuarios de redes sociales, tan frecuentadas por tipos asociales como el gran Ignatius.

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