Teoria del Universo

Hay una teoría que afirma que si alguien descubriera lo que es exactamente el Universo y el por qué de su existencia, desaparecería al instante y sería sustituido por algo aún más extraño e inexplicable.



Hay otra teoría que afirma que eso ya ha ocurrido.



Douglas Adams - El restaurante del fin del mundo.

Ciberiada - Stanislaw Lem


¿En qué consiste un Omnipotenciador Ultimativo? ¿Puede un electrobardo acabar con todos los poetas del mundo? ¿Cuál es el mejor algoritmo para crear un monstruo autogenerativo? ¿Conoces las instrucciones para construirte tu propio ciberabogado? Esto último es fácil, tan solo hay que echar en un barril seis medidas colmadas de transistores, verter electrolito, taparlo con una tabla y apretar con una piedra para que todo se autoorganice bien, aunque hay otras técnicas mucho más complicadas como la creación de dragones probabilísticos. En realidad los detalles técnicos carecen de importancia, aunque sean de lo más divertido, porque estas aventuras, que pueden resultar en ocasiones algo infantiles, en realidad son una sátira muy divertida y feroz acerca de la sociedad y de la condición humana, muy en el estilo de las del Barón Munchausen o los Viajes de Gulliver, eso sí, desde los más extraños confines del Universo, que en este libro y recordando viejas rencillas terminológicas se denomina Cosmos.
Los protagonistas son Trurl y Clapaucio, dos Constructores, en parte demiurgos por su capacidad de crear todo tipo de seres y máquinas así como la de manipular a su antojo cualquier objeto existente en el universo, y en parte simples humanos que se juegan el físico en cada estrafalaria aventura, Lem los describe: "Cuando el Cosmos no estaba tan desajustado como hoy en día y todas las estrellas guardaban un buen orden, de modo que era fácil contarlas de izquierda a derecha o de arriba a abajo; cuando en el espacio no se vislumbraba ni rastro de polvo, suciedad o basura de las nebulosas, en aquellos viejos tiempos, tan buenos, existía la costumbre de que los constructores con Diploma de Omnipotencia Perpetua con nota sobresaliente fueran de vez en cuando de viaje para llevar a pueblos remotos ayuda y buenos consejos. Ocurrió, pues, que de acuerdo con esa tradición se pusieron en camino Trurl y Clapaucio, a quienes crear y apagar estrellas no les costaba más que a ti cascar las nueces.", vamos que cualquiera de nuestras definiciones de un Dios creador no vienen más que a describir a uno de los estudiantes de la Universidad de Constructores que seguramente vino a probar sus recién adquiridos conocimientos a nuestro planeta de prácticas.

Movimiento Perpetuo - Augusto Monterroso


La primera edición de este libro es de 1972, y creo que la edición más reciente en España es de 2001 de la biblioteca del Mundo, por lo que está prácticamente descatalogado, y a excepción de alguna tienda de segunda mano tipo Ebay puede resultar algo difícil de encontrar. Al fin y al cabo de eso se trata, de atrapar una mosca, o más bien, la mosca, el espíritu de la levedad hecho insecto, pero esta levedad de Monterroso es engañosa, ya que pocas cosas pesan más que aquello que vuela, dejándonos en el suelo, transmitiéndonos su pegajoso espíritu al pegarnos al sillón, distrayéndonos a cada momento, evitando esa cómoda lectura que induce al sueño, amenazándonos incluso con que si dormimos un dinosaurio estará allí cuando despertemos, aunque posteriormente nos dirá que todo es una broma: "El humorismo es el realismo llevado a sus últimas consecuencias. Excepto mucha literatura humorística, todo lo que hace el hombre es risible o humorístico. En las guerras deja de serlo porque durante estas el hombre deja de serlo. Dijo Eduardo Torres: - El hombre no se conforma con ser el animal más estúpido de la Creación; encima se permite el lujo de ser el único ridículo-."
Y a cada página que abrimos el libro aparecen moscas y más moscas, referencias continuas a Borges, Swift, Yeats, Joyce, palíndromos, en una especie de metaliteratura y con un estilo inclasificable Monterroso se dirige continuamente de forma directa al lector, pidiéndole atención, preguntándole a cada momento si sabe la razón, el porqué de estar leyendo este libro...  

El gesto de la muerte

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
- ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
- Esta mañana ¿porqué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
- no fue un gesto de amenaza - le responde - sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche allí.

Jean Cocteau

La Conjura de los Necios - JK Toole


Creo recordar que las otras dos lecturas que hice de este libro una hace mucho tiempo y otra hace mucho mas tiempo me resultaron mas divertidas, aunque seguramente de eso tengo yo la culpa. De hecho creo que me resulta algo menos gracioso porque Ignatius ya no me resulta tanto un personajillo ridiculo como una persona bastante sensata, con la que a veces llego a identificarme, ya que en ocasiones a mi tambien se me contrae la válvula pilórica al encontrarme en determinadas situaciones de tipo social, tales como relacionarme con el resto del mundo. Hablando con su madre que le sugiere consultar a un especialista:
 "¿Crees que estoy loco? ¿Crees que algún psiquiatra estúpido debería sondear el funcionamiento de mi psique? - Intentarían convertirme en un subnormal enamorado de la televisión y de los coches nuevos y de los alimentos congelados. ¿Y tu crees que yo tengo algún problema? Los manicomios de este país están llenos de almas cándidas que sencillamente no pueden soportar el celofan, el plástico y la televisión.
- Ignatius, eso no es verdad. ¿No te acuerdas del señor Becnel?, le encerraron porque salió a la calle desnudo.
- Pues claro que salió a la calle desnudo. Que iba a hacer. Su piel no soportaba la ropa de nylon que le bloqueaba los poros. Yo siempre he considerado al señor Becnel uno de los mártires de nuestro siglo."

Palíndromo Existencial


Yo solo soy

Sabor a legumbres

Las legumbres hervidas, golpeadas
a fuego en las cazuelas, espesaron
una parte del agua, retuvieron
otra parte consigo.

Después que estaís sentados a la mesa
los míos de la sangre - cinco- pienso
que es posible que coman en el mundo
muchas gentes, hoy, esto.

Ahora que tenemos sobre la lengua la misma pasta de la tierra,
puedo olvidar mi corazón y resistir las cucharas.

Yo siento
en el silencio machacado
algo maravilloso:
a cinco seres humanos
comprender la vida a través del mismo sabor.

Antonio Gamoneda - Edad

El fin del mundo y un despiadado pais de las maravillas - Haruki Murakami


Despues de leer El pajaro que da cuerda al mundo me hice Murakamista convencido, y compré esa novela con la esperanza de tener una nueva experiencia cuasi religiosa como la que tuve con aquella. Y bueno.. la verdad es que no me gustó tanto como la anterior aunque tiene algunos puntos comunes, como la repetición del perfil del protagonista, tipo solitario pero compulsivamente metódico, amante del whisky y de la música, en esta ocasión podríamos decir que es una especie de informatico, en ocasiones poco creible por enamoradizo, (todos sabemos que los informaticos carecemos de corazón), tan peculiar es que resulta algo estereotipado.
Se trata de una novela con componentes fantásticos y de ciencia ficción, una especie de experimento, como el que sufre el protagonista, en el que Murakami mezcla a Lovecraft a Orwell sin pestañear siquiera. Y creo que le sale bastante bien, aunque algo falla, porque la idea se ve venir de lejos y los capitulos de la parte del mundo onírica se hacen algo pesados e innecesarios y solo cobran sentido en el final el libro.
Todo sucede en un Tokio futurista, en un Japón sin espacio Murakami baja a las alcantarillas y tuneles de metro para inventar un submundo donde situa a todos los monstruos imaginables, muy al estilo de Lovecraft.
"Sus cabezas eran prominentes y, en vez de ojos, tenian dos largas y gruesas antenas. Sus bocas, desproporcionadamente grandes, se abrian hasta alcanzar las branquias y, justo debajo, nacian unos órganos cortos y rechonchos, parecidos a patas de animal amputadas cerca de la ingle. Al principio, creí que estos órganos eran ventosas, pero, al mirar con atención, descubrí tres afiladas uñas en la punta de cada uno de ellos"
Allí se mete el protagonista, con una guia muy peculiar a sufrir toda clase de (malas) experiencias, y así durante toda la novela es llevado de aca para allá por circunstancias totalmente ajenas a su voluntad, y esa inevitabilidad del destino es uno de los muchos transfondos que Murakami quiere dar a su historia, aunque personalmente creo que no hay que entrar al trapo de las múltiples lecturas subliminales de la novela, ya que no creo que dé para tanto, y me parece mejor disfrutar del libro de este japonés atípico, imaginativo y con un surrealista sentido del humor 
" - Esos pendientes, ¿no son un poco pesados para llevarlos siempre puestos? 
- Estoy acostumbrada - respondió -. ¿Y el pene? ¿Has sentido tú alguna vez que te pese el pene?
- La verdad es que no. Nunca.
- Pues es lo mismo"

Zephyrum

(Ex nihilo nihil. Persio, Sátiras, III)

Cero inflexible que regula el sobrante numérico de nada: pretexto fronterizo de la ausencia: su silencio remite a otra pauta más neutra de silencio: magnitud que comienza donde acaba: esa contravención del infinito que oculta una contraria geometría: el vacío es simétrico: su nulidad se nutre de su propia carencia: cifra nonnata y punto de partida: mi negación y mi palabra.

José Manuel Caballero Bonald - Laberinto de Fortuna

La Celada


- Parece que hoy se mueven solas, afirmaba en tono de disculpa aquel desconocido. Bajé la mirada para intentar comprender como había llegado a aquella desastrosa posición y, allí estaba su caballo, que cual Bucéfalo furioso había sacado una a una, junto a mis esperanzas de ganar, mis piezas del tablero. Ese caballo que ahora inmóvil parecía buscar la mirada de aprobación de su dueño, y que si no fuera por el evidente gusto por la sangre del jamelgo, parecería solicitarle un azucarillo por el trabajo bien hecho. Pero aquel bicho y todos los demás eran de plástico, de modo que solas no se movían, no. Pero el tipo lo decía como si el no hubiera tenido nada que ver, ‘yo no he sido’ le hubiera faltado añadir. Y era evidente que sí había sido él y esa frase, ahora me daba cuenta, era el único descuido que había cometido durante las partidas, y me hacía comprender que por encima del tablero existía otro juego en el que también estaba perdiendo.

La culta dama

Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado
“El dinosaurio”.
Ah, es una delicia – me respondió – ya estoy leyéndolo.

José de la Colina

Llamadas Telefónicas - Roberto Bolaño


Este es el primer libro de relatos de Roberto Bolaño, (una especie de muestra de estilo previo a sus grandes Detectives Salvajes y 2666) no muy homogeneos y divididos en tres grupos, Llamadas Telefónicas, Detectives, y vida de Anne Moore. Son, en principio, independientes y el primer grupo para mi es el mas interesante, se trata de historias con el denominador común de que sus protagonistas todos son, en una manera u otra, escritores que no alcanzan a conocer un reconocimiento publico y los que lo hacen sufren una especie de maldición que los hace aun mas desgraciados. Vamos, toda una autobiografía. 

Encuentro una gran similitud en la manera de entender el relato corto entre Bolaño y Raymond Carver, los dos aplican la teoría del iceberg de Hemingway donde lo mas importante es lo que no pasa, y muchos detalles se encuentran entre lineas, quedando totalmente del lado del lector, que si está leyendo para quedarse dormido seguramente se perderá la mejor parte de este libro. En palabras de Hemingway “I always try to write on the principle of the iceberg. There is seveneights of it under water for every part that shows. Anything you know you can eliminate and it only strengthens your iceberg. It is a part that doesn’t show”.

Pero a diferencia de Carver y Hemingway, Bolaño tiene un gran sentido del humor, eso si, un humor algo ácido: "Su poeta favorito era Miguel Hernandez, un buen poeta que ignoro por que razón gusta tanto a los malos poetas (arriesgo una respuesta que me temo incompleta: Hernandez habla de y desde el dolor, y los malos poetas suelen sufrir como animales de laboratorio, sobre todo a lo largo de su dilatada juventud)"

Se tuvo que morir Bolaño para que le aplaudieran, maldita la falta que le hacía, y ahora solo va a escribir para la biblioteca de obras maestras que nunca existieron y que solo Borges puede comentar, de modo que desde este lado solo podemos aceptar este su consejo: "Primero hay que vaciar la botella, dijo, luego el alma. Me encogí de hombros. Aunque yo, añadió, como es natural, no creo en el alma. Pero la cuestión fundamental es el tiempo, ¿verdad? ¿Tienes tiempo para escuchar mi historia?"

El Mundo según Garp - John Irving


Como he comentado en alguna ocasion comentar un gran libro es condenarse a hacerlo pequeño, y este es verdaderamente grande, en él Irving ha hecho suficiente espacio para toda clase de vivencias, pero sobre todo para el humor, el sexo, y la muerte. Y es así precisamente como comienza la historia de nuestro protagonista, siendo engendrado durante la segunda guerra mundial en la cama de un hospital por una enfermera a horcajadas sobre un piloto moribundo que en su último y placentero suspiro, pronuncia el nombre del protagonista de la novela 'Gaaaaarp'. La enfermera es Helen Fields, una mujer cuyo destino ya tenia decidido su acomodada familia, pero ella se rebela contra las trabas morales de la época y decide ser independiente, iniciando sin proponerselo el movimiento feminista. El hecho de trabajar y criar un hijo soltera (estamos hablando de los años 50 en EEUU) no es suficiente para ella y escribe un libro autobiográfico "Sexualmente Sospechosa" que la hace convertirse en el modelo de una legion de mujeres. Todo lo que hace Helen es impregnado de su carisma y condenado inmediatamente al éxito, totalmente al contrario que su hijo Garp, el cual sufre toda clase de desgracias, y cuyos deseos alcanzar un reconocimiento publico se ven continuamente eclipsado por la alargada sombra de su madre.

Los cuentos mas breves del mundo


For sale: baby shoes, never worn

Ernest Hemingway

La traducción sería algo así como "Se vende: Zapatos de bebe, nunca usados".
En noviembre de 2006 una revista americana reunió a un puñado de escritores, en su mayoría de ciencia ficción, y les pidió que escribiesen un cuento de apenas seis palabras, tomando como ejemplo este microrrelato de Hemingway y que, según parece, el autor tenía por una de sus obras maestras.

La respuesta fue entusiasta y todos cumplieron la premisa, salvo el desobediente Arthur C. Clarke, que escribió un larguísimo cuento de diez palabras. Algunos entregaron más de un texto, como Margaret Atwood. Abundaron los cuentos de tinte político (alusiones directas a Bush y a Irak), y hasta hubo perlas: Steven Meretzky propuso “Muy confundido, leyó su propio obituario” (He read his obituary with confusion); Bruce Sterling escribió “Era muy caro seguir siendo humano” (It cost too much staying human) y Ben Bova puso “Salvó al mundo volviendo a morir” (To save humankind he died again), los que podrían ser, además, brillantes inicios de novela. En cuanto a la ya mencionada Atwood, empleando una audaz elipsis jugó con la lógica secreta que vincula dos hechos o noticias : “Hallan cadáver incompleto. Médico compra yate” (Corpse parts missing. Doctor buys yatch). 

Fuente: http://www.semana.com/cultura/cuentos-breves-del-mundo/103925-3.aspx

El decálogo del escritor


Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, tambien; Escribe siempre.

Segundo. No escribas unca para tus contemporaneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues bien es sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero. En ninguna circustancia olvides el célebre dictum: En literatura ni hay nada escrito.

Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamas escribiras nada con cincuenta palabras.

Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Septimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y poderosos. De esta manera no te faltará ni la comprensión ni el estímulo. que emana de esas dos únicas fuentes.

Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura efectivamente que lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo. Otra vez el lector. entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

Augusto Monterroso

Llamada

Una mujer esta sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie mas en el mundo; todos los otros seres han muerto. Llaman a la puerta.

Thomas Bailey Aldrich

Fin - David Monteagudo


Un grupo de antiguos amigos se reunen para cumplir una promesa que hiceron 25 años atrás. El lugar es un refugio aislado en el campo donde se encuentran y comienzan su periplo nostalgico y de culpabilidad por algo que pasó la última vez que estuvieron allí. Se suceden los dialogos a medida que van recordando los viejos tiempos, demasiado familiares y superficiales quizás, y de repente algo pasa y lo que era una atemporal reunión comienza a transformarse en una especie de situación límite, en la que todo resulta no demasiado creible y en el que el continuo protagonismo de los personajes por encima del planteamiento de la historia, que creo que de haberse conducido como una especie de relato de ciencia ficcion habria dado para algo mas. Todo se convierte en una extraña y para mi fallida mezcla de Diez Negritos y La Carretera, pero en un aburrido escenario post-apocaliptico donde no se entiende muy bien que pasa, y mejor haber metido algún que otro zombi para animar.

Esta novela se vendió algo así como en los concursos de la televisión en los que se descubren talentos, donde una persona de lo mas corriente resulta tener una voz prodigiosa, ganando inmediatamente la admiracion del público. Como decía este caso es algo parecido, ya que se promocionó como la novela revelación escrita por un empleado de una planta de tratamiento de residuos o algo así, y les salió bien, porque yo igual que muchos piqué, en parte confirmado por las buenas reseñas, en parte por la confianza que me generaba la editorial Acantilado, en fin, hay cosas que uno nunca aprende.